Grafomoticidad, también es conocida como un tipo específico de motricidad fina. Ésta es crucial para el desarrollo de la escritura. Escribir y dibujar requiere de una coordinación excelente de los músculos de las manos, dedos y brazos. Estas partes del cuerpo trabajan conjuntamente para conseguir unos trazos elegantes y legibles sobre el papel.
¿Cómo se desarrolla la grafomotricidad?
Habitualmente damos por sentado que ciertas habilidades se desarrollan y tienen lugar sin esfuerzo y sin pensar. Esto no es cierto. Solamente nos da esa impresión porque ya hicimos tantas veces esa actividad (como realizar un trazo sobre un folio) que no recordamos las dificultades la primera vez que juntamos papel y lápiz. Consecuentemente, tener dificultades en las habilidades de motricidad fina nos puede resultar muy fastidioso y nos puede hacer perder la paciencia. Pero con práctica, tiempo y esfuerzo todo el mundo puede mejorar su escritura.
A continuación vamos hacer un pequeño repaso de como es el desarrollo típico de la adquisición de la escritura:
Primero, debemos destacar que el desarrollo de la motricidad fina debe cumplir dos reglas generales:
1. La maduración de los movimientos de prensión desde los músculos del hombro hasta la musculatura fina de los dedos pulgar e índice.
2. La progresión de la toma del objeto desde la parte interna de la mano hacia la punta de los dedos y el lado radial en dirección al pulgar e índice. Esto ocurre a medida que el desarrollo va avanzando .
0 a 2 meses el reflejo prensil está presente en las manos del recién nacido. Es decir, cuando se roza su palma, se cerrará el puño en un acto inconsciente. Este reflejo desaparece alrededor de los cinco meses. Alrededor de las ocho semanas comenzará a descubrir y a jugar con sus manos. Al principio descubrirá solo las sensaciones del tacto, pero alrededor de los tres meses son capaces de involucrar la vista también.
2 a 4 meses la coordinación ojo-mano empieza a desarrollarse.
4 a 5 meses la mayoría de los bebés pueden agarrar un objeto que esté a su alcance. Esto lo logran mirando solamente al objeto y no a sus manos. Esto se llama el máximo nivel de alcance y se considera una base fundamental en el desarrollo de la motricidad fina.
6 a 9 meses ya pueden sostener con facilidad un pequeño objeto durante un periodo corto de tiempo. Además, muchos empiezan a golpear lo que tienen entre sus manos y suelen llevarse los objetos a la boca.
9 a 12 meses cuando el bebé se acerca al año prefiere observar los objetos antes que agarrarlos con sus manos. Así tocará el objeto con la mano entera, pero será capaz de empujarlo usando sólo su dedo índice.
Que el niño aprenda a coger las cosas con dos dedos en lugar que con la mano entera representa un avance fundamental en el desarrollo psicomotriz.
Antes de lograr un agarre eficiente, el desarrollo suele ir avanzando de manera evolutiva siguiendo los siguientes patrones (Comellas & Perpinya, 2003, p. 60-62):
– Presa cilíndrica o presa palmar supinada: Aparece entre los 12 meses y 18 meses. Se emplea toda la mano para sujetar la herramienta. El movimiento procede de segmentos proximales (se mueve el hombro y el brazo para mover la mano) y se trata de un agarre estático.
– Presa digital pronada: Aparece entre los 2 a 3 años. Los dedos sujetan la herramienta, el hombro comienza a ser más estable y entonces los movimientos proceden de segmentos más distales (codo y antebrazo), se trata de un agarre estático. Aquí los niños ya pueden insertar piezas, hacer torres de hasta 6 cubos, manipulan páginas de un libro.
– Pinza cuadrípode: comienza a verse a los 3 años y medio a 4 años. Los cuatro dedos participan en el agarre de la herramienta. Ahora el movimiento procede de la muñeca y la mano, hay mayor estabilidad de hombro y codo, inicialmente es un agarre estático, aunque puede evolucionar y convertirse en dinámico. Aquí los niños deben aprender a atarse los cordones de los zapatos y abrocharse los botones y se enfrentan al manejo de los cubiertos.
– Pinza Trípode: Aparece entre los 4 años y medio y se desarrolla y se perfecciona hasta los 7 años. En ella participa el dedo pulgar, índice y corazón, inicialmente los tres dedos funcionan de manera unitaria, para posteriormente madurar hacia una pinza trípode dinámica. A partir de los 5 niños ya pueden cortar, pegar y trazar formas, sus dibujos tienen trazos definidos y formas identificables.
el ser humano tarda aproximadamente entre 7 y 10 años en adquirir la habilidad de la escritura.
podemos afirmar que es un proceso complejo y largo.
¿Problemas de grafomotricidad?
Los problemas en habilidades de grafomotricidad pueden aparece tanto en edad escolar como en adultos. Niños y niñas pueden tener dificultades para aprender a escribir, formar letras y hacer trazos legibles. Mientras que, adultos pueden experimentar dificultades debido a distintas condiciones médicas o debido a lesiones como artritis o el síndrome de túnel carpiano.
En caso de que tú, tu familiar o tu amiga o amigo estén teniendo problemas de este tipo es importante consultar con profesionales que te pueden ayudar. Tu maestro o maestra, tu terapeuta ocupacional o médico pueden ayudar a determinar la raíz del problema y pueden darte información útil sobre como tratar, manejar o mejorar este problema.
Hay una cantidad de estrategias y ejercicios disponibles para mejorar la escritura aquí tienes unos ejemplos prácticos de personas con dificultades en la grafomotricidad y como han mejorado sus habilidades.
El caso de Sara
Sara es una niña de 7 años que está teniendo dificultades para escribir. Suele frustrarse y a veces avergonzarse cuando alguien no puede leer su letra. Su terapeuta ocupacional le enseña como utilizar un agarrador para lápices, lo que le ayuda a controlar sus movimientos y mantener sus letras ordenadas. Asimismo, aconseja a su familia a como motivarla para hacer algunos cambios en su actitud y en sus hábitos en cuanto a la escritura, cómo utilizar folios con guías y apuntarse a natación para mejorar su postura. Además, su profesora conjunto a la terapeuta ocupacional, le proporcionan a Sara algunas actividades específicas para ella para que práctique en horario escolar y en casa. Estas pautas ayudaron a Sara a mejorar su escritura y mejorar su autoconfianza.
El ejemplo de Juan
Juan, es un hombre de 45 años que sufre de artritis. Le cuesta escribir debido a que sus manos tiemblan y le provoca dolor agarrar el bolígrafo. Con pautas de su terapeuta ocupacional, Juan aprende que utilizando engrosadores puede agarrar el bolígrafo sin dolor. También comienza a utilizar su tablet para escribir utilizando el dedo o el nudillo lo que provoca menos tensión en sus articulaciones y lo que previene forzarlas.
Conclusión
Recuerda que desarrollar la grafomotricidad es un aprendizaje que en la infancia dura muchos años. Tanto si se trata de tu hijo o hija que esta empezando a escribir sus primeras letras o eres adulto y te estas adaptando a una nueva situación, recuerda que la mano y su destreza es maravillosamente compleja. Así que toma aire, ten paciencia y confía en que con práctica y apoyo se puede mejorar.
En nuestra página de recursos puedes encontrar ejercicios para la grafomotricidad, también puedes contactar con nuestro servicio de Terapia Ocupacional para una consulta o realizar una petición de material ¡adaptado para ti!